Algo que me gusta mucho de la web es que está diseñada para ser interpretada por un navegador:

Tomemos como ejemplo alguna de las extensiones para bloquear contenido tipo AdBlock, ¿acaso no es una genialidad poder bloquear publicidades usando JavaScript?. ¿Y qué tal poder aumentar el tamaño de los textos pulsando CTRL +?, ¿y ver la actividad de red y bloquear dominios?.

Es fácil habituarse a un navegador, dar por sentado que todo lo que hace es algo común, pero lo cierto es que casi ningún otro medio nos permite tener tanto control sobre el contenido como hace un navegador. Con un navegador podemos inspeccionar y ver cómo están hechas las cosas, incluso modificarlas.

Y de esto último me gustaría escribir hoy: el navegador nos permite modificar cosas de las web que visitamos.

Por ejemplo, una vez al mes suelo ingresar al sitio de visa para consultar mis gastos de la tarjeta de crédito y tomar notas en mi presupuesto.

Una de las primeras pantallas que visito siempre tiene una imagen ofreciendo ayuda para obtener una clave que tengo hace más de 10 años, lo que hace que el mensaje esté de más para mí:

y luego, cuando ingreso al sitio hay un panel de chat que se mueve llamando la atención cada 5 segundos y un carrusel de publicidades, ¡sí, un carrusel de publicidades que se mueve todo el tiempo!:

Ahora bien, como el navegador es un intérprete, hay ciertas cosas que se pueden inspeccionar y cambiar.

Por ejemplo, el logo de la pantalla inicial se puedo ocultar usando este css:

.imagen-login {
  display: none;
}

mientras que el molesto carrusel de publicidades y el chat se pueden ocultar así:

.banner.container-12 {
  display: none;
}

#AgentAppContainer {
  display: none !important;
}

Ahora, para que este estilo se aplique automáticamente cada vez que ingresamos a esta web se puede instalar algo como witchcraft y guardar nuestros estilos css en archivos, así quedan privados en nuestro disco.

Además, witchcraft también nos permite inyectar archivos JavaScript, para añadir algo de personalización más avanzada.